Toda para él (Amantes perversos (Wicked Lovers) nº 9)

El agente de la Agencia de Seguridad Nacional Joaquin Muñoz ha emprendido una carrera contra el tiempo para localizar a una pequeña que desapareció hace veinte años. Al revisar que Bailey Benson se ajusta al perfil, Joaquin la rapta y la retiene en las seguras estancias del club de BDSM Dominium, antes que los perseguidores de Bailey logren terminar con ella.

Bailey vive solo para el ballet, su planeta se disminuye a ensayos y pruebas, y tiene poco contacto con el planeta. En el momento en que lúcida atada a una cama en un espacio irreconocible, su pequeño cosmos se tambalea. Pese a estar fallecida de temor, Bailey se siente desorientada en el momento en que su raptor le pide información sobre su pasado. ¿Podría ser verdad que las horribles pesadillas que padece sean de todos modos recuerdos lejanos que ponen en riesgo todo cuanto le resulta amado?

Recluída con Joaquin en aquel sitio donde los gemidos que se escuchan charlan de pasión, él le revela que lo mismo puede ser un feroz asegurador que un profesor de la sensualidad, y en el momento en que Joaquin consigue al fin traspasar las barreras de su cabeza y su corazón, Bailey revela que rendirse a él podría transformarse en el mucho más exquisito de todos y cada uno de los riesgos.