Teologías para ateos (Ensayo y sociedad)

Humor y pensamiento profundo caracterizan a Armando Fuentes Aguirre, Catón, quien efectúa en este libro ciertas de sus mucho más agudas medites: Dios, la eternidad, el alma, lo que hay alén de la desaparición…

Desde cuestiones fáciles que el creador tuvo desde niño sobre ese ser supremo llamado Dios, su estar y sus alcances, nacen y medran las meditaciones de alguien que tiene fe pero con matices, que no se lanza a la credulidad total, que cree pero asimismo duda.

Con historias breves, mucho más a forma de pequeñas situaciones que van desde en el momento en que Dios creó el planeta, hasta la atención a los hechos diarios que bien tengan la posibilidad de ser milagros, la desaparición gloriosa de un Don Juan que para los religiosos había de ser de padecimiento y no de gozo, y mucho más, el artículo esboza los valores que se habitúan en la religión cristiana y los encara a ocasiones que, si no los desarma, sí invita a repensarlos. El creador sintetiza este libro como una "profesión de fe, plegaria de promesa y declaración de amor".

En expresiones de Catón: "Quisiese yo tener la fe del carbonero o la incredulidad de los incrédulos, pero carezco de las dos certezas: la del sí y la del no. Navego por los siete mares de la duda. Y no obstante miro a lo lejos una luz. Sé que es bien difícil evaluar la presencia de Dios, pero comprendo que es mucho más bien difícil aún evaluar su inexistencia. Los teólogos mayores se han esforzado durante los siglos en argumentar a Dios. La mucho más pequeña de sus criaturas lo enseña mejor".

Acertadas intuiciones del creador que cautivan por su singularidad como una agradable convidación a cavilar sobre los temas que enserio importan y que ocasionalmente llenan algún espacio en nuestra cabeza.

Hete aquí una aceptable ocasión para ocupar ese vacío.