Tecnología, guerra y fascismo

..."el quid de la cuestión en Tecnología, guerra y fascismo no es emprender la individualista relación entre el hombre y la máquina, sino más bien de desmenuzar el universal “modo de organización y perpetuación (o cambio) de las relaciones sociales, una manifestación del pensamiento predominante y de los patrones del accionar, un instrumento para la dominación y el control”. - reseniasbds.blogspot.com - 09/SEP/2019

"En Foco Antes de Eros y civilización y El hombre unidimensional, antes de ser el héroe de la novedosa izquierda de los años 60, Herbert Marcuse meditó y actuó contra el fascismo y el nazismo, a los que consideraba mucho más como una parte de los gadgets del capitalismo que como hechos apartados o inusuales. Tecnología, guerra y fascismo recopila estos contenidos escritos de los años 40 que le charlan a un presente europeo y en determinada medida global, formidablemente inquietante." - Fernando Remado - Página/12 Radar Libros - 25/AGO/2019

"A lo largo de los últimos años de los sesenta y principios de los setenta, Herbert Marcuse se encontraba considerado como entre los teóricos mucho más esenciales de todo el mundo", redacta Douglas Kellner"- Luciano Sáliche - infobae - 31/JUL/2019

Toda queja es absurda, y el sujeto que insista en su independencia de acción se transformaría en un excéntrico. No hay escape personal del aparato que ha mecanizado y estandarizado el planeta. Es un aparato racional, que combina la mayor eficacia con la mayor conveniencia economizando tiempo y energía, descartando lo sobrante, amoldando todos y cada uno de los medios por fin, adelantando secuelas, alargando la calculabilidad y la seguridad. Al manejar la máquina, el hombre aprende que la obediencia a las normas es el único sendero para conseguir los desenlaces deseados. La prosperidad es idéntica a los cambios al aparato. No hay espacio para la autonomía. La racionalidad individualista se ha creado en la conformidad eficaz con el continuo ahora dado de los medios y los objetivos.

Índice

• 
  
• Prólogo, por Peter Marcuse
• 
  
• El Marcuse irreconocible: nuevos descubrimientos del archivo, por Douglas Kellner
• 
  
• Agradecimientos
• 
  
• Tecnología, guerra y fascismo: Marcuse en los años 40, por Douglas Kellner
• 
  
• Ciertas implicaciones sociales de la tecnología actualizada
• 
  
• Estado y también sujeto bajo el nacionalsocialismo
• 
  
• Una historia de la doctrina del cambio popular por Herbert Marcuse y Franz Neumann
• 
  
• Teorías del cambio popular por Herbert Marcuse y Franz Neumann
• 
  
• La novedosa forma de pensar alemana
• 
  
• Complemento uno
• 
  
• Complemento 2
• 
  
• Complemento tres
• 
  
• Descripción de tres enormes proyectos
• 
  
• Ciertos comentarios sobre Aragon
• 
  
• 33 Proposición
• 
  
• Cartas a Horkheimer
• 
  
• Un diálogo de cartas entre Heidegger y Marcuse
• 
  

Sobre

Herbert Marcuse nació en Berlín, Alemania, en 1898. Su familia era judía y tenía una aceptable situación económica. Entusiasmado por la política desde muy joven, estudió filosofía en las universidades de Berlín y Friburgo, donde conoció a Edmund Husserl y Martin Heidegger, que fue el directivo de su proposición, con la que se doctoró en 1922. En 1933, ingresó en el Centro de Investigación Popular de la Facultad de Frankfurt (la Escuela de Frankfurt), que fue clausurado ese año por el régimen nazi. Marcuse, al lado de otros pertenecientes de la Escuela de Frankfurt, optó por irse a USA, y adoptó la nacionalidad estadounidense en 1940. Fue enseñante en las universidades de Columbia, Harvard, Boston y San Diego, y enorme inspirador del movimiento académico que acabó en el Mayo del 68. Murió en 1979.