El Supremo Atanor

Lo que el hermano Moro o Matías de La Calera persigue, es el descubrimiento del mucho más fantástico de los hornos alquímicos o conocer el asombroso desarrollo para su fabricación: un atanor de muy particulares especificaciones que le servirá para forjar el hilo de la vida, elemento importante para hilar un fantástico tapiz idéntico al que caracteriza la eterna vida de Dios, y con la capacidad de trasmitir sus atributos y poderes. El Supremo Atanor es para nuestro personaje principal la única forma de recobrar su primer amor, malogrado de manera súbita y despiadado, y, para hallarlo, se va a ver obligado a arrancar una impactante aventura por la Extremadura del SXVI en compañía de fray Dositeo de Logrosán, su inseparable profesor y valedor desde el instante en que fue recibido en el Real Monasterio de Guadalupe, donde los dos habrán de solucionar espectaculares misterios y lidiar con legendarios alquimistas, poderosos nigromantes, grimorios indescifrables, las azarosas fuerzas de la naturaleza y sus convicciones, que van a poner a prueba el tesón, la audacia y el intelecto de los dos.