Diario de viajes por Sudamérica y cómo convertí a una perra callejera en mochilera (Diarios de viajes con mi perra mochilera nº 1)

En el mes de julio de 2013 puse con rumbo a Brasil con una beca de la facultad. Allí acabaría la carrera de biología y ahora cumpliría el sueño de mi niñez: saber Sudamérica. Lo que no sabía era que me iba a hallar con una inopinada amiga que cambiaría el devenir de mi viaje… Y el día de hoy puedo mencionar que de mi vida.

En un pueblo de Bolivia me crucé con una cachorra dejada a puntito de fallecer. La iniciativa era sacarla adelante y localizar una familia para la perra, pero comenzamos a viajar juntos y por el momento no pude darla en adopción: me había enamorado. La llamé Coca Açaí, por la planta sagrada de los Andes y el fruto de la Amazonía. Juntos visitamos Bolivia, recorrimos los ríos Madeira y Amazonas en un viaje fluvial de prácticamente un par de semanas, anduvimos por el majestuoso y menos popular norte de Perú, y acabamos nuestra aventura en el pequeño pero matón Ecuador, antes de volar de vuelta a España. En esos 15 meses había cumplido mi sueño: viví la Patagonia, las cataratas de Iguazú, las playas de Brasil, Machu Picchu, el Salar de Uyuni, la Amazonía, las Islas Galápagos... Conocí a gente extraordinaria y también hice enormes amigos con los que hoy en día prosigo en contacto. Pero si algo me llevo de este viaje, sobre todas las cosas, es la unión con un ser vivo como rara vez me había ocurrido y la educación de que en esta vida todo se puede.

En estos diarios cuento desde una visión íntima todas y cada una de las aventuras que viví en el viaje que cambió para toda la vida mi vida. El principio de una vida nómada… Con mi perra.