Somos fuerza: Cómo vencer la adversidad y superar todas las crisis

Frente a la adversidad, nos medramos.

La vida está llena de instantes bien difíciles. ¿Quién no sufrió una injusticia en algún momento? ¿Un incidente, un engaño o la pérdida de un ser amado? Para salir adelante, requerimos optimismo y una actitud que nos deje ver la solución. Y asimismo la entendimiento y la compasión que nos dejarán estudiar y salir reforzados frente a la adversidad.

Somos fuerza te da los elementos sentimentales mucho más útiles para sobrepasar cualquier crisis, tanto si nos encaramos a una separación, tal y como si nos falla un amigo o si perdemos el trabajo. Una lectura indispensable que enseña a no tirar la toalla en el momento en que la vida te eche la mano al cuello.

Tú, que has vivido crisis como hemos vivido todos, sabes con perfección de qué forma te creces en el momento en que lo precisas. Por el hecho de que somos brillo, somos ideas, somos resiliencia, somos aptitud...

Y frente todo... somos fuerza.

_________________

«Yo soy de las que, frente a la adversidad, primero entro en shock», redacta Patricia Ramírez, «en una suerte de bloqueo sensible en el que ni siento ni sufro. Ni lloro, ni me alegro, ni me alarmo, ni me relajo. Entro en una suerte de estado de observación. Sentirme desinformada en ese instante me transporta a callar y a no sentir. Y, evidentemente, a no tomar resoluciones. En el momento en que se dictaminó el estado de alarma, a lo largo de la primera semana del confinamiento, no daba crédito al giro que había dado mi vida. No se encontraba triste ni deseosa, no preocupada. "Me he bajado de todo el mundo, que viraba a toda agilidad a mi alrededor, y no sé ni exactamente en qué parada estoy", me afirmaba a mí misma. "Mira, Patri, y en el momento en que te sientas lista, súbete otra vez", me ordené.

»Lo de bajarme de todo el mundo me duró aproximadamente una semana. Y en relación mi cerebro logró click, me transformé en una máquina solucionadora.

»Yo soy de esta forma. Proyecto, creo y actúo.

»Nuestra forma de encararnos al mal, a la pérdida, a los inconvenientes o a nuestra aceptación de lo que no es recuperable puede ser realmente diferente si aprendemos a administrar la adversidad pensando en la solución.

»Durante este libro se muestran diferentes ejemplos, propios y extraños, ciertos anónimos, para enseñarnos a combatir la adversidad, elemento que pertenece a la vida y que debemos admitir. Es mucho más sensato estudiar a convivir con ella que estar siempre y en todo momento deseando que no se cruce en nuestro sendero.»
_________________