Soledad habitada (Surcos)

La soledad habitada es una experiencia peculiar de la vida cristiana, interfaz habitual del avance y la consolidación de la vida teologal. En el momento en que Dios toma la idea en la presencia de un fiel y su amor empieza a ocupar el corazón, da una conciencia novedosa de sí a la persona, lo resitúa todo, lo purifica y convierte.
Este libro de notas espirituales alarga y profundiza aquel Ni beato ni mediocre (1992), que nació de la reflexión y la experiencia de la crisis de realismo. Y es antes de Relectura de san Juan de la Cruz (2002). Charla del predominio de la vida teologal, apoyándose en el profesor carmelitano.
Detalla lo que sucede y se pregunta qué transporta Dios entre manos en el momento en que nos introduce en esta soledad. Un paso definitivo en el sendero del rastreo de Jesús.
La soledad está habitada por el hecho de que es amor. Esta soledad habitada nace de la llamada al amor mayor y mejor, el cariño teologal. Responde al deseo mucho más íntimo del corazón del Padre: habitar entre los hijos de los hombres. El cariño del Señor nos busca con mucha pasión y consigue, al fin, ser en nosotros y nosotros en Él.
Los episodios son breves, con géneros literarios diversos, con la intención clara de suscitar reflexión y oración. El pensamiento sistemático está sugerido, pero subordinado a las conexiones del corazón y de la experiencia viva.