Si no hubiera mañana

La sexta de Eladio Monroy
Sonsoles Nieves le solicita a Eladio Monroy que la asista en una cosa de amores: entender por qué razón su pareja, el administrativo Diego Miranda, la dejó de repente, de un día para otro y sin explicación. Monroy, para batallar el aburrimiento, admite realizar ciertas informaciones. No va a tardar en entender que lo sentimental debe ver poquísimo en el tema y que, a una extendida lista de gente relacionada con él, le dió por morirse de mala forma. Además de esto, anda por el medio un viejo amigo de el, Falo el Moldura, un escayolista metido a vendedor de drogas a tiempo parcial. Va a ser tarde en el momento en que descubra que habría sido mejor para él que continuara aburriéndose.
La serie Eladio Monroy
Eladio Monroy no es policía ni detective. No un periodista. Pensionista de la marina, complementa su pobre sueldo con pedidos bajo cuerda. Tan sarcástico como sentimental, tan culto como maleducado, se encara a cada inconveniente con astucia, perplejidad y enormes dosis de mala baba. No es que le apetezca caminar por ahí estudiando a la multitud y realizando justicia. Lo único que desea es ir echando días para atrás en la localidad que lo vio nacer. Pero, irremisiblemente, siempre y en todo momento termina viéndose obligado a llevar a cabo cosas que absolutamente nadie va a hacer si no las hace él.
Las novelas de la serie Eladio Monroy se anotan en el hard boiled mucho más tradicional y, al tiempo, resultan completamente singulares. Ambientadas en Las Palmas de Enorme Canaria, bucean en las contradicciones de la sociedad de españa y las ponen de relieve en razonamientos autoconclusivos infestados de giros, humor y crueldad.