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Un médico hot
Ser médico en una solicitud privada de Novedosa York no es nada simple. Especialmente cuando se me sucede contratar como novedosa habitante a la mujer con la que iba a tener una cita un par de semanas atrás y que me dio plantón con un «No tenemos la posibilidad de vernos mucho más, lo siento», tras haber acordado llevar a la verdad nuestras diálogos en línea.
No he olvidado ninguna de las sensuales fantasías de las que me charló, y aún no he eliminado todas y cada una nuestras conversas tan subidas de tono. Y si se considera que voy a accionar como un profesional y que haré tal y como si nada de eso hubiese pasado, lo transporta claro…
Un cliente descarado
El día de hoy es, de manera oficial, el peor día de mi vida…
Me he despertado tarde —tras una noche ida con el hombre mucho más guapo y descarado que he popular en mi vida—, mis 2 mejores clientes del servicio de mi agencia de Relaciones Públicas me dejaron y mi compañera de piso ha desteñido mi traje preferido.
Aun de esta forma, todo se podía enderezar: el día de hoy firmaba con un irreconocible y también esencial cliente un contrato de esos de ensueño. Pero en el momento de la firma no vino ningún deportista popular, ni una estrella de televisión ni ninguna celebridad. En su rincón ha aparecido el tío increíble de ayer de noche con una sonrisilla en la cara, y se ha anunciado como mi nuevo y descarado cliente.
Un jefe irreprimible
Tema: Mi jefe
¿Te he dicho ahora el día de hoy que odio a mi jefe?
Si bien esté mucho más bueno que el pan, deseo verle la cara en un par de meses, en el momento en que le afirme que voy a enseñar la dimisión y que puede besarme el trasero. ¡Be-sar-me-el-cu-lo!
Todas y cada una esas fantasías en las que él me besaba con esa boca irreprimible o me hacía inclinarme encima del escritorio terminaron. Ter-mi-na-do.
Tu mejor amiga
Mya
Tema: Re: Mi jefe
No, todavía no me habías dicho el día de hoy que detestas a tu jefe, pero como me has enviado este e-mail de manera directa a mí, en este momento lo sé …
No debes aguardar un par de meses para poder ver la expresión de mi cara en el momento en que me afirmes que dejarás el empleo. Estoy del otro lado de la puerta de tu despacho en este instante.
No tengo ningún comentario que añadir sobre tus «fantasías», si bien dudo bastante que hayan terminado ahora.
Tu jefe
Michael
Ser médico en una solicitud privada de Novedosa York no es nada simple. Especialmente cuando se me sucede contratar como novedosa habitante a la mujer con la que iba a tener una cita un par de semanas atrás y que me dio plantón con un «No tenemos la posibilidad de vernos mucho más, lo siento», tras haber acordado llevar a la verdad nuestras diálogos en línea.
No he olvidado ninguna de las sensuales fantasías de las que me charló, y aún no he eliminado todas y cada una nuestras conversas tan subidas de tono. Y si se considera que voy a accionar como un profesional y que haré tal y como si nada de eso hubiese pasado, lo transporta claro…
Un cliente descarado
El día de hoy es, de manera oficial, el peor día de mi vida…
Me he despertado tarde —tras una noche ida con el hombre mucho más guapo y descarado que he popular en mi vida—, mis 2 mejores clientes del servicio de mi agencia de Relaciones Públicas me dejaron y mi compañera de piso ha desteñido mi traje preferido.
Aun de esta forma, todo se podía enderezar: el día de hoy firmaba con un irreconocible y también esencial cliente un contrato de esos de ensueño. Pero en el momento de la firma no vino ningún deportista popular, ni una estrella de televisión ni ninguna celebridad. En su rincón ha aparecido el tío increíble de ayer de noche con una sonrisilla en la cara, y se ha anunciado como mi nuevo y descarado cliente.
Un jefe irreprimible
Tema: Mi jefe
¿Te he dicho ahora el día de hoy que odio a mi jefe?
Si bien esté mucho más bueno que el pan, deseo verle la cara en un par de meses, en el momento en que le afirme que voy a enseñar la dimisión y que puede besarme el trasero. ¡Be-sar-me-el-cu-lo!
Todas y cada una esas fantasías en las que él me besaba con esa boca irreprimible o me hacía inclinarme encima del escritorio terminaron. Ter-mi-na-do.
Tu mejor amiga
Mya
Tema: Re: Mi jefe
No, todavía no me habías dicho el día de hoy que detestas a tu jefe, pero como me has enviado este e-mail de manera directa a mí, en este momento lo sé …
No debes aguardar un par de meses para poder ver la expresión de mi cara en el momento en que me afirmes que dejarás el empleo. Estoy del otro lado de la puerta de tu despacho en este instante.
No tengo ningún comentario que añadir sobre tus «fantasías», si bien dudo bastante que hayan terminado ahora.
Tu jefe
Michael
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