Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal (Rústica nº 34)

Las plantas podrían a la perfección vivir sin nosotros, en cambio nosotros sin ellas nos extinguiríamos en un corto período temporal. Es mucho más, en el mundo Tierra existe tan solo un 0,3% de vida animal en frente de un 99,7% de vida vegetal. Y no obstante expresiones como «vegetar» o «ser un vegetal» indican en prácticamente todas las lenguas unas condiciones de vida reducidas a la mínima expresión.

En el momento en que pensamos en las plantas, estamos tentados a atribuirles 2 especificaciones: inmovilidad y también insensibilidad. Pero indagaciones científicas llevadas a cabo a lo largo de los últimos cincuenta años demostraron que las plantas son sensibles (esto es que están dotadas no solo de los cinco sentidos que tiene la clase humana sino más bien de hasta quince sentidos mucho más), establen contacto y también intercambian información (entre ellas y con los animales), duermen, memorizan, cuidan de sus hijos, tienen su personalidad, toman resoluciones e inclusive tienen la capacidad de manejar a otras especies. ¿De qué manera denegar ya que que asimismo son capaces? Su aptitud para solucionar los inconvenientes que se les muestran fué probada por los estudios mucho más recientes.

Este libro se adentra en el impresionante planeta de las plantas desde el rigor científico y al tiempo utilizando un lenguaje alcanzable a cualquier lector. Y pone al descubierto lo bastante que les debemos y, mucho más aún, lo bastante que aún nos tienen la posibilidad de educar.