Salamanca, 1936: Memorias del primer «ministro» de Asuntos Exteriores de Franco (Contrastes)

Francisco Serrat, un diplomático al servicio de la República De españa, optó en 1936 por adherirse a los militares rebelados. Franco le eligió como su primer Secretario de Relaciones Exteriores. Estas memorias, hasta la actualidad ignotas, relatan describen sus vivencias, entre Burgos y Salamanca, donde el Caudillo había predeterminado su corte, intentando de poner orden en la actividad de una autoridad anárquica y perdida, en una sociedad que vivía bajo el terror de la actuación incontrolada de los falangistas y de unos tribunales militares empeñados en "encausar a la raza humana entera". Absolutamente nadie nos había entregado hasta la actualidad una visión desde en aquel "estado campamental", de sus restricciones y de su desquiciamiento, como los vivió Serrat, antes de escapar de aquella "tremenda pesadilla". Ángel Viñas no solo ha editado y anotado este artículo, sino lo enriquece con una investigación del personaje y de su ambiente, que nos asiste a comprender el drama de quienes optaron en un inicio por los rebelados, hasta el momento en que terminaron conociendo lo que verdaderamente representaban. Serrat, que pasó de "ministro" a refugiado en Suiza, buscado por la saña de Franco, es un caso único en la diplomacia de españa.