Sagas cortas islandesas (Alianza Literaria (AL))

Las sagas que habituamos a llamar norteñas o de la vieja Escandinavia son, mucho más exactamente, islandesas. Puede decirse que todas y cada una ellas fueron compuestas por islandeses y en manuscritos islandeses se preservan. Las sagas, escritas siempre y en todo momento en prosa, son narraciones, historias que se cuentan, y no puede haberlas sin un personaje principal, así sea este individual o colectivo. Son historias de reyes, vikingos, santurrones, desventurados condenadas...

Luis Lerate recobra en este volumen un grupo de cuentos habituales de los llamados "breves de islandeses" (íslendingaþættir), sagas cortas escritas en Islandia en el siglo XIII o principios del XIV. Van acompañadas de una indispensable introducción donde Luis Lerate enseña al lector lo que representan las sagas y el contexto en el que se desarrollaron.

Las sagas están ambientadas donde se ha llamado "temporada de las sagas", que comienza tras la colonización de la isla, entre 874 y 930, y llega hasta la segunda mitad del siglo XI. La acción de exactamente las mismas se lleva a cabo de cuando en cuando de principio a fin en nuestra Islandia, pero mucho más muchas veces se ubica, por lo menos en parte, en Noruega. El rey noruego participa la mayoria de las veces con un papel señalado en estas narraciones. Se muestran aquí, más que nada, Ólaf hijo de Tryggvi (995-1000), Ólaf el Beato (1015-1028), Magnus el Bueno (1035-1047) y, mucho más que ninguno, Hárald el Severo (1046-1066). El personaje principal islandés -rico y de buena familia unas ocasiones, pobre demonio otras- acostumbra salir airoso de la peripecia que se cuenta, e inclusive en el momento en que entra en grave enfrentamiento con el rey, es frecuente que la situacion se resuelva de modo conveniente para el islandés, que se ve por último rehabilitado con honores y regalos.