LA RESURRECCIÓN (La Guerra de los Dioses nº 4)

Las almenaras ardieron con enojo en el momento en que las atalayas avizoraron a la Hueste de Némaldon marchar. El fruto de centurias de conjuros y un sacrificio apreciado resucitó al gobernador de las tinieblas, y con esto despunta una venganza cuya planificación transporta 4 siglos. Los tambores de guerra repiquetean, la tierra treme y los cielos son ocupados por la sombra. Los mazos lloverán sobre los muros de los castillos, las lanzas van a volar a eliminar vidas, mientras que los campos van a correr con la sangre de los inocentes.

El dios de la Luz debe conocer a un espíritu poderoso que le logre conferir los datos de los males que están por realizarse. Joven y solamente amaestrando las características de su vida, debe recurrir a una arcana sabiduría que lo guíe a lo largo de estos momentos turbulentos.

Amores y corazones son enfervorizados con la pasión de un amor que solamente flagra