El Reino (Panorama de Narrativas nº 902)

Hace ahora tiempo que Emmanuel Carrère ha habituado a sus leyentes a aguardar de él lo inesperado, y en esta obra monumental, prácticamente afirmaríamos épica y indudablemente extremista, aborda nada menos que la fe y los orígenes del cristianismo. En sus páginas se entrecruzan 2 tramas, 2 tiempos: nuestra experiencia del creador, que abraza la fe en un instante de crisis personal marcado por una complicada relación cariñosa y el abuso del alcohol, y la narración de Pablo el Converso y de Lucas el Evangelista. Pablo que cae del caballo, tiene una iluminación mística y pasa de lapidador de cristianos a propagador de la novedosa fe que transmuta todos y cada uno de los valores. Y Lucas que redacta la vida de Jesús y desde el como nos adentramos en los evangelios primigenios, tan distintas al Apocalipsis de fuegos artificiales de Juan. En estas 2 historias entrecruzadas sobre la fe se suceden rebosantes individuos, capítulos y medites: la serie televisiva sobre fallecidos que resucitan donde participa Carrère como escritor de guiones, la canguro ex- hippie y amiga de Philip K. Dick a la que contrata, los bolcheviques con los que equipara a los primeros cristianos, webs porno, visiones eruditas sobre las fuentes auténticos del cristianismo, la desaparición –¿resurrección?– del cadáver de Jesús... Lo que a Carrère le resulta interesante del cristianismo es su mensaje de transgresión de lo predeterminado y la desmesura de la fe. Y este libro provocador y deslumbrante es una indagación coléricamente moderna sobre el cristianismo que nos charla de la perplejidad, el dogma, la duda, la redención y la construcción de una fe con mensajes rupturistas y extraños rituales.