La reina inocente del desierto (Bianca)

Un convenio práctico… ¡Y un deseo indiscutible!
El jeque Karim precisaba una prometida para eludir que su tirano padre, el rey de Librar, lo forzase a casarse por interés. Orla Calhoun precisaba socorrer el legendario criadero de caballos de su familia. La cláusula del contrato que establecía que no habría sexo entre los dos debería haber hecho más simple la situación, ¡si hubieran sido capaces de contener la química que había entre los dos!
Tras la reputación de pequeña rica de Orla había varios años de duro trabajo y su mayor misterio: ¡era virgen! Eso jamás había sido un inconveniente, hasta el momento en que brotó aquella intensa atracción entre Karim y ella. Atracción que sería ineludible en el momento en que el deber logró que Karim, y su futura mujer, tuvieran que regresar a Librar…