Reina

Primeras memorias en España de una mujer de la generación Z que a los 19 años es ya un líder de la poesía y del activismo.

«Yo creo -redacta Elizabeth Duval en Reina - que se encontraba enamorada de ella por el hecho de que era como un personaje novelesco, una enorme aparición del azar, una fuerza sin rumbo ni dirección alguna.» Si bien durante la historia el problema entre la escritura o la vida ha influido en varias proyectos, la verdad es que la contestación mucho más prudente siempre y en todo momento estuvo a la visión de todo el planeta, así como tenemos la posibilidad de inferir con la lectura de este libro: la literatura y la vida.

Estudiante en París de Filosofía y Letras Modernas, la autora y activista Elizabeth Duval (Alcalá de Henares, 2000) comienza un períodico que indudablemente termina convirtiendo su situación, mediada por una suerte de concepción libresca de nuestra vida.

Con un talento inusual para llevar a cabo hablar su prosa con la historia de las ideas, sugiriendo de esta forma un atrayente dispositivo de estimulación intelectual, durante Reina circulan varios temas que zigzaguean entre las esferas de lo público y lo privado. Entre sus temas resaltan la vida universitaria como iniciación a la madurez, la política bajo el capitalismo tardío, o el amor postadolescente desde una óptica que desborda todas y cada una nuestras esperanzas sobre el tema y lo sublima en una reflexión sobre los aprecios y el deseo tan universal como radicalmente novedosa.

La crítica dijo...
«Una autora transfemenina, filósofa, muy precoz y muy pasmante»
Luna Miguel

«Incontenible.»
Play Ground

«En Reina, abre su corazón con los primeros diarios de una mujer de la Generación Z [...] De lo mucho más aguardado del actual año.»
Begoña Alonso, Elle

«Entre los distintivos mucho más aparente de la causa trans.»
Tentaciones

«La joven madrileña tiene todo para transformarse en la próxima estrella de la filosofía de españa [. . .] Llama la atención, más que nada, la madurez del alegato de Duval, aparte de su gran cultura.»
Víctor Lenore, Vozpópuli