Razón, fe y la lucha por la civilización occidental

Este libro de Samuel Gregg forma un atinado diagnóstico de los males que inquietan al Occidente contemporáneo. La proliferación de corrientes filosóficas y teológicas así como el materialismo, la religión liberal, el prometeísmo, el cientificismo y el relativismo autoritario – frutos putrescentes de una modernidad aburrida de sí – ha quebrado la unión entre razón y fe, que tan fecunda resultó desde hace tiempo y que tan precisa prosigue antojándose el día de hoy.

En oposición al planeta mecanicista del materialismo, el creador protege un planeta desarrollado por amor y que por amor puede ser perturbado. En frente de la verdad anárquica y desprovista de sentido que predican los relativistas, reclama una situación cargada de logotipos, de razón. En oposición al pesimismo de incrédulos y subjetivistas, nos ten en cuenta que el hombre puede conocer ese sentido que vertebra todo lo real. Y en frente de la cacareada incompatibilidad de razón y fe, asegura, en resumen, una verdad incontrovertible: que la fe sin razón es superchería y la razón sin fe, fácil disparidad.