Quinto Reino: Un Mensaje de Esperanza Renovada

Sabía usted que la esclavitud en Egipto duró precisamente 144.000 días, según pronosticó Dios a Abraham, diciéndole que sus descendientes serían esclavos por 400 años en tierra extranjera (Gn 15,13), y que acabaron justo el día que Moisés partió con los israelitas hacia el desierto (Ex- 12,41)?

¿Sabía usted que los 70 años de cautiverio en Babilonia, pronosticado por Dios mediante Jeremías (Jr 25,11), se cumplieron asimismo con precisión, finalizando después de 25.200 días con la partida de Zorobabel y una parte del Pueblo de Dios de regreso a Jerusalén?

¿Sabía usted que transcurrieron precisamente 907.200 días desde el objetivo del exilio babilónico hasta el 14 de mayo de 1948, día en que se creó el Estado de Israel en un solo día (Is 66,8), cumpliéndose con precisión lo comunicado por el profeta Ezequiel (Ez 4,3-6), como “señal para la vivienda de Israel”?

Esta precisión profética revela que Dios rige la Historia de los hombres con una absoluta precisión, lo que nos ofrece Miedo de Dios, esto es, respeto a su Omnipotencia y universal Soberanía. Asimismo nos transporta a contemplar la Biblia y a apreciar lo presagiado en ella, comprendiendo que no solamente se cumple lo comunicado por Dios, sino además de esto esto sucede de forma precisa, si bien la Humanidad no se percate de esto.

¿Tenemos la posibilidad de explotar esta impactante situación para saber, no la fecha –día y hora– que solo Dios conoce, pero sí el tiempo (Lc 12,56) de la Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo? 

¿Es viable saber bíblicamente con seguridad absoluta un año encuentre para la Parusía y el comienzo del Reino de Cristo en el Planeta, ese que solicitamos todos los días en el Padrenuestro? 

Este libro aborda estas cuestiones con base en una investigación serio y detallado de las premoniciones bíblicas relacionadas al final de esta Era y al advenimiento glorioso de Jesús, único Salvador, para hacer la precisa y anhelada “Restauración Universal” (Hch 3,21). Este artículo quiere, con el apoyo de Dios, trasmitir una promesa renovada a todos y cada uno de los que esperan el trascendental instante de la Liberación (Lc 21,28).