Querido Mario, querido Luis: Cartas entre Mario Conde y un joven emprendedor

El trueque epistolar entre Mario Conde, un hombre que llegó a la cima y después bajó a los avernos y el joven Luis Valls-Taberner, que hallará en él a un guía.

Amado Mario,
Estoy en un instante en el que no sé precisamente lo que deseo llevar a cabo con mi vida. Pero sí tengo poco a poco más claro lo que no deseo realizar. Ya conoces que me agradaría probarme y probarte que fueron bien invertidos tus consejos.
Luis

Amado Luis,
Si deseas ser empresario, adelante. Si deseas ser funcionario, adelante. Si tienes vocación de una cosa u otra, adelante. Pero ubicando lo instrumental en su chato. Un empresario de enorme éxito en lo material puede ser un hombre fracasado en su dimensión escencial. En verdad, este ámbito se da con mucha, con mucha continuidad. Te dije que en mi vida pasada siempre y en todo momento mantuve que un hombre no son sus cosas, sean la abogacía del Estado, el despacho de abogados, la industria farmacéutica o Banesto