Psiquiatras, psicólogos y otros enfermos

Una novela desternillante.

Rodrigo Montalvo es el colmo de la placidez. Sus hijos, su mujer y su gato le desean locamente. Trabaja, con mucha moderación, en la compañía de su padre y vive en un enorme chalet. Y, además de esto, es un hombre feliz. O cuando menos, eso ha creído siempre y en todo momento.

Hasta el momento en que un óptimo día un psiquiatra, cuñado de el para mucho más señales, comienza a hacerle dudar. Y el planeta cae sobre su cabeza. Nuestro héroe desea comprender qué le pasa, y visita las consultas de psicólogos, siquiatras, hipnotizadores y sanaderos, que aportan resoluciones desternillantes y, como es natural, no vacilan en saquear su cartera. Pero la mayor sorpresa no va a llegar hasta el desenlace, y va a venir de quien menos lo espera...

Rodrigo Muñoz Avia logra hacernos reír y meditar al tiempo. Su novela Siquiatras, psicólogos y otros enfermos nos recuerda entre sonrisas que, mucho más que procurar estar bien de la cabeza, la mejor misión para nuestras sencillos vidas habría de ser vivir contentos y realizar un tanto mucho más contentos a el resto.

Comentarios:
«Todo lo mencionado lo cuenta Muñoz Avia con chispa y también talento, y sin caer jamás en lo graciosillo... Novela, para nuestra suerte, salpicada con situaciones de antología...»
Antonio Fontana, Antes de Cristode las Artes y las Letras

«De los mejores libros que he leído en los últimos tiempos.»
Fernando Sánchez Dragó

«En la felicidad y el talento vertido en varias ocasiones reside lo destacado del artículo...»
Angel Basanta, El Cultural de El Planeta

«Este es uno de esos cuentos que, envueltos en un papel de colores, guardan dentro suyo los componentes que se necesitan para revisar los matices que hacen de la vida una experiencia muy original... Un libro para reír pensando, o meditar riendo, mas para llevarlo a cabo uno mismo, sin asistencia técnica.»
Antonio J. Ubero, Períodico de Valencia

«Siquiatras, psicólogos y otros enfermos hace escandalo en los condominios de La capital española.»
Ignacio Amestoy, El Planeta