El psicólogo de Nazaret

Todas y cada una de las noches, en el momento en que te acuestes y cierres los ojos, déjate arropar por el silencio y pregúntate: ¿soy feliz? Si tu contestación viene cargada de turbulencias o desasosiego, es pues algo debes cambiar en tu vida.

¿Te atreverías a romper con las cadenas y apegos que no te dejan ser realmente libre?

¿Te agradaría liberarte de todas y cada una de las máscaras y transformarte en un individuo genuina?

¿Serías con la capacidad de dejarlo todo por conocer el mayor tesoro que aloja la raza humana: la paz interior?

Estas son las cuestiones centrales que Antonio Gargallo nos expone y lleva a cabo de manera novelada durante su obra, que tiene que ver con la crónica de una periodista, Cristina, que ha perdido la ilusión por la vida. La tristeza y la soledad se incrustan con tanta fuerza en su ser, que aun quiere fallecer para parar de ser espectadora de su vida, hasta el momento en que el destino le sorprenderá por medio de un individuo muy particular: Naim, un sicólogo procedente de Nazaret con quien efectuará una terapia poco usual que le dejará comprender la esencia de la realidad y la vida, a través de la contemplación y la psicología del hombre mucho más feliz que se ha popular sobre la faz la Tierra: Jesús de Nazaret.