La princesa Anuaiti-Matua: Ambientada en España, la isla de Pascua y América

“La princesa Anuaiti –Matua”, se muestra como de una novel río, muy cinematográfica de las aventuras de Aníbal Cedeño, un cocinero español aventurero que conoce a una muchacha rapanui en la isla de Pascua, lo que hace una confrontación entre 2 etnias y 2 familias muy dispares: la occidental y la polinesia. Ramón Fernández Palmeral, es un estudioso sobre el pasado el Imperio español en el Pacífico y de la crónica de Rasura Nui (isla de Pascua en la mitad del Pacífico). Se han registrado unos 900 “moais”, cuyo traslado a los “ahu” es un secreto por solucionar que estudiaron los conocidos antropólogos y arqueólogos como Katherine Routledge, Thor Heyerdahl (señor Kon-Tiki), Alfred Metraus, Francis Mazière, Sebastián Englert, Edmundo Edwards o William Molloy. Hablamos de una enorme novela dinámica y amena, con un romance exótico como eje vertebrador de la trama con viajes por España, Londres, Valparaíso, archipiélago Juan Fernández, isla de Pascua, Santiago de Chile, Cancún, Canarias, con un final asombroso. Tiene dentro diccionario rapanui y también índice onomástico con 115 individuos. Historia contada por un oculto y anónimo narrador omnisapiente que no es el creador de la obra. Para ingresar al lector en el ámbito amoroso de la obra, el lector puede leer un fragmento que pasa en la paradisiaca playa a de Anakena en la isla de Pascua: «Todo el conjunto de amigos estuvieron bañándose desnudos en la playa histórica de Anakena en la isla de Pascua donde hacía mil años desembarcaron los ancestros del ariki (rey) Hotu-Matua sus hijos y súbditos. El baño en el mar bajo la mirada de la luna fue como un renacer metafísico y celestial. El mar olía a algas enamoradas de los corales. Era una noche paridora de astros. Era la noche subterránea, la que espira el betún de las supones mucho más profundas. Su imaginación reconstruía un cangrejo colorado saliendo por un orificio humeante de furia. Al escapar del mar, Aníbal tenía erecto su pene como el mástil de un velero en una tormenta, y se dio la vuelta con vergüenza, no le pasaba una cosa de esta forma desde hacía tiempo, lo podía eludir, y para disimular recogió de la arena una enorme concha marina con un orificio en el umbo o región de la charnela, del mismo color de su pelo y se la guardó para ponérselo como amuleto».Hablamos de una enorme novela dinámica y amena, con un romance exótico como eje vertebrador de la trama con viajes por España, Londres, Valparaíso, archipiélago Juan Fernández, isla de Pascua, Santiago de Chile, Cancún, Canarias, con un final asombroso. Tiene dentro diccionario rapanui y también índice onomástico con 115 individuos. Historia contada por un oculto y anónimo un narrador omnisapiente que no es el creador de la obra: