Presunción de culpabilidad. ¿Estado de derecho? (Sociedad actual)

La Institución de Presunción de Inocencia pasa por sus horas mucho más bajas en España. Mutatis mutandis, abogamos por un cambio de modelo en la instrucción penal en España, sugiriendo por su parte la app de la Ley de una forma mucho más completo, luego soslayando de esta manera las veleidades que a veces se dejan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Fiscalía y el Juez Instructor.

Esta obra, que gozarán los expertos del derecho, los operadores jurídicos y demás exegetas de la ley, examina un caso práctico apoyado en supuestos delitos contra la Administración Pública. Una macrocausa, la de Invercaria, que según el creador semeja impostada y cuyas motivaciones políticas podrían contaminar todo el desarrollo. Se aportarán esenciales patentizas del injustificado inmovilismo judicial que se está generando en tal desarrollo, contraviniéndose de esta forma la tutela judicial eficaz contemplada en el art. 24 CE y no aplicándose el principio de contradicción entre las partes, las dos, piezas claves de nuestro ordenamiento jurídico y, de paso, soporte escencial de los derechos escenciales que todo ciudadano debe tener en España. Vamos a poner foco en la proliferación de macrocausas centradas en los delitos contra la Administración Pública, realizando particular énfasis en la figura del extraneus y el papel que acepta habitualmente de convidado de piedra, asumiendo el papel de cooperador preciso de un delito que jamás existió. Más que nada en las llamadas macrocausas donde recientemente se cae en la tentación de realizarse una instrucción de tinte inquisitorial.

Esta situación, sirve de ejemplo de lo que puede estar ocurriendo en otros varios a expertos que se ven metidos en lacerantes, costosos y también injustos procesos, llevando al máximo sus vidas y las de sus familias, simplemente pues algún que otro fiscal, con ánimo acusatorio desmedido, comprendió que debía utilizar el principio de responsabilidad de manera un poco antojadiza, unido a la complacencia de un juez instructor que prosigue el dictado de la Fiscalía sin utilizar la precisa jurisdiccionalidad.

Un libro con el que su creador desea prestar su reconocimiento y respeto a los cientos de fiscales y jueces que trabajan con honestidad y denuedo, realizando de nuestra Justicia un ambiente seguro y justo para todos y cada uno de los que deben asistir a ella por obligación o necesidad.