Por qué las cosas pueden ser diferentes: Reflexiones de una jueza (Mujeres nº 6)

Las cosas tienen la posibilidad de ser distintas. Se tienen la posibilidad de cambiar, siempre y cuando permanezca la intención, asimismo individual, de llevarlo a cabo. Se tienen la posibilidad de realizar importantes cambios pero tenemos la posibilidad de iniciar asimismo por cambiar pequeñas cosas. Los cambios uno a la vez significan poco, pero la acumulación de varios pequeños cambios puede lograr que el planeta sea diferente. Eso nos comunica la jueza Manuela Carmena, que en este libro nos da ejemplos de lo que fué, durante su historia, su pelea contra la injusticia, la corrupción y la burocracia.

Pequeños cambios como negarse a emplear el vehículo oficial y moverse con su escolta en metro, frente a los estupefactos ojos de sus compañeros de judicatura, o ofrecer a los integrantes del Gobierno Vasco que empleen en Vitoria la bicicleta, medio con el que ella se desplaza asimismo en las ciudades. Una mujer intrépido y comprometida con la justicia popular, letrada desde los años 60 (temporada en que las mujeres en España eran, popular y legalmente solamente un elemento), que creó los primeros despachos laboralistas, que hicieron en defensa de los trabajadores y contra la dictadura franquista, que no se amedrentó en el momento en que un atentado de extrema derecha terminó con la vida de múltiples de sus compañeros y amigos, y ha continuado defendiendo que la Justicia sea un servicio público de la ciudadanía.

En este libro demanda asimismo, con multitud de ejemplos y anécdotas no exentas de humor, la inoperancia y corrupción de políticos y también instituciones (asimismo en la Justicia), la crueldad de género o la injusticia con que la sociedad trata a sus mayores. Un criterio, al fin y al cabo, de una mujer que rompe todos y cada uno de los esquemas, que nos charla con voz propia y clara de los inconvenientes de todo el mundo en que vivimos y nos insufla optimismo para modificarlo.