Por una mística de ojos abiertos: Cuando irrumpe la espiritualidad

El propósito de la presente obra es incidir, desde una visión teológica, en el alegato de la espiritualidad y las espiritualidades, un alegato tan popularizado como poco o mal definido muy frecuentemente. En esta iniciativa de una mística de ojos libres, el creador no charlará solo del perfil irrenunciable de la espiritualidad cristiana, sino asimismo irrumpirá en el enfrentamiento de hoy, marcado por la crisis, sobre Dios y la Iglesia, sobre las religiones y los campos seculares.

Según Metz, la espiritualidad cristiana no debe rehuir dicho enfrentamiento ni normalizar las defraudes causadas por las erradas reformas de la Iglesia. Estas defraudes, muy arraigadas ahora en una gran parte de la sociedad, decaen de forma frecuente en una enorme indiferencia respecto a la vida de la institución. ¿Puede contribuir una espiritualidad teológicamente imbuida a que la Iglesia recupere lo que ha perdido durante la historia? El creador escribió estas páginas pues cree en esa oportunidad y no considera sustituible el perfil católico del cristianismo eclesial -en el sentido mucho más ecuménico de la palabra- tratándose de confrontar al final con los ojos libres a los desafíos de una crisis (de Dios) histórica.

"La fe cristiana es, a no dudarlo, una fe buscadora de justicia. Precisamente, los cristianos han de ser místicos, pero no de forma exclusiva en el sentido de una experiencia individual espiritual, sino más bien en el de una experiencia de solidaridad espiritual. Deben ser "místicos de ojos libres". [...] Son ojos bien libres [...] los que nos hacen regresar a padecer por el mal del resto: los que nos instan a sublevarnos contra el sinsentido del mal inocente y también injusto