Pisar tierra sagrada

Proteger la tierra como nuestro hábitat natural es el deber compartido por la Iglesia y la sociedad. La teología, las sociología y los movimientos feministas meditan de manera interdisciplinar sobre el ejercicio de la compromiso ecológica y hallan en este aspecto un punto común de diálogo. El reto biofílico es asimismo político pues interpela la forma de pensar antropocéntrica y androcéntrica de dominación que se refleja en prácticas financieras depredadoras insostenibles.

El libro expone proposiciones teóricas y prácticas feministas y teológicas alumbradas por las sociología de restauración de los estilos de vida mucho más justos, acordes con nuestra condición de ser gestores de esta tierra.