El pan que como (Narrativas hispánicas nº 648)

Un cocido es el punto de inicio de un muy, muy bello libro sobre la comida, la vida diaria, los recuerdos y la literatura.

«Comeré.» Con esta breve oración comienza este libro sobre la comida. Sobre la comida y la vida, la comida y los recuerdos, la comida y la literatura. No es esta una narración sobre alta gastronomía, ni tiene dentro recetas elaboradísimas y complicadas, ni charla de chefs mediáticos. Este libro se lleva a cabo cerca de un sencillo cocido que la personaje principal se dispone a comer en su casa.

Y, desde ese plato humilde y clásico, los consecutivos episodios nos charlan de la tienda de vecindario que vende comida lista, de los elementos del cocido –las carnes, las legumbres, las verduras...–, del agua y el vino y el pan que lo acompañan, del mantel y los cubiertos, de las aceiteras y de la sal, del desarrollo de cocinado y de las mujeres que preservaron y transmitieron el comprender culinario de generación en generación... Y por medio de todos estos elementos la autora se adentra en la vida diaria, en los recuerdos de niñez y de alén de la niñez, en las páginas literarias en las que la comida es personaje principal...

El resultado es un artículo que joya sin alzar la voz, que conmueve sin precisar asistir a pirotecnia estruendosa, que captura la vida sin envolverse en aparatosas zapatetas. Un libro muy, muy bello en su aparente facilidad, sabroso como el plato de comida cerca del como está escrito.