La Palabra se hizo carne

A lo largo de mil años, los cristianos no tuvieron mucho más teología que la Biblia, entendida como Palabra de Dios. Solo en el Segundo Milenio ellos hicieron teologías particulares: preceptivas, dogmáticas, morales, pastorales, etcétera. Pero ese período particular se está agotando, de forma que en el Tercer Milenio se vive una vuelta a eso que fue el principio: la Teología de la Biblia.

Debemos agradecer la tarea de los enormes pensadores de Iglesia, como Orígenes y Agustín, Simeón el Nuevo y Tomás, Lutero y también Ignacio de Loyola, pero debemos regresar con ellos a la fuente, que es la Biblia. De esta forma lo ha amado enseñar este "manifiesto teológico", escrito desde otro previo, que se titula Localidad Biblia, para dejarnos iluminar y dirigir por ella al principio de la travesía del Tercer Milenio. Algo básico pasa en la teología cristiana, y este libro ha amado contarlo.