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La doctora Meeker revela que un aspecto esencial a fin de que las jóvenes se transformen en mujeres seguras y equilibradas es un padre fuerte que ejercite su papel con amor, cariño y seguridad.
Progenitores fuertes, hijas contentos revela:
Hasta qué punto los consejos y el testimonio escencial de los progenitores influye en vida de las hijas. Desde la utilización de drogas, alcohol y tabaco a la autovaloración, la estabilidad sensible, o al modo de tener relaciones con los chicos.
Por qué razón las chicas dependen del cariño y de la compañía de sus progenitores, aun alén de sus años universitarios.
La receta para el desastre: la iniciativa de que las chicas precisan cometer sus fallos y aciertos.
De qué manera estar comunicado con su hija, y de qué manera no llevarlo a cabo.
En una temporada donde cada vez se insiste mucho más en difuminar la distinción natural entre el papel del padre y de la madre, en que da lo mismo si la familia está compuesta por 2 progenitores o 2 mamás, o si es monoparental, este libro revela que el papel de padre resulta ser bastante más influyente de lo que varios hombres imaginan. Aparte de la relación maternal, las hijas precisan del acompañamiento que solo un padre puede ofrecer, y si los progenitores están prestos a proseguir los consejos de la doctora Meeker sobre de qué manera educar a sus hijas, su recompensa va a ser inusual.
Progenitores fuertes, hijas contentos revela:
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Por qué razón las chicas dependen del cariño y de la compañía de sus progenitores, aun alén de sus años universitarios.
La receta para el desastre: la iniciativa de que las chicas precisan cometer sus fallos y aciertos.
De qué manera estar comunicado con su hija, y de qué manera no llevarlo a cabo.
En una temporada donde cada vez se insiste mucho más en difuminar la distinción natural entre el papel del padre y de la madre, en que da lo mismo si la familia está compuesta por 2 progenitores o 2 mamás, o si es monoparental, este libro revela que el papel de padre resulta ser bastante más influyente de lo que varios hombres imaginan. Aparte de la relación maternal, las hijas precisan del acompañamiento que solo un padre puede ofrecer, y si los progenitores están prestos a proseguir los consejos de la doctora Meeker sobre de qué manera educar a sus hijas, su recompensa va a ser inusual.
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