La utopía del oprimido. Los derechos de la naturaleza y el buen vivir en el pensamiento critico, el derecho y la literatura (Inter Pares)

Las elecciones se encuentran en el imaginario, no en la fantasía. De esta manera lo revela Ramiro Ávila Santamaría, doctor en Sociología jurídica y enseñante universitario, quien proporciona la utopía como herramienta de transformación. En contraste al deber ser, que solo corre en un sentido de exigencia, la utopía es ambidiestra: aparece del imaginario —la medula humana, de la civilización— para proponer novedosas opciones sociales y después regresar a nosotros para preguntarnos. ¿Tienen la posibilidad de la cosmovisión de los pueblos y las luchas sociales abrevar a la política, al derecho, al pensamiento crítico?

El procedimiento utópico, como se revela en estas páginas, puede aplicarse para detallar y argumentar la verdad, los fenómenos sociales e inclusive para investigar cualquier forma de representación. Mediante él se vuelve posible cuestionar toda utopía —incluyendo la del capitalismo y sus ideas de avance o avance— para ofrecer elecciones probables en las que todos y cada uno de los órdenes de la vida en sociedad sean incluidos.

Este paseo no comienza en la teoría admitida, sino más bien en el pensamiento kichwa, en la Sinfonía inacabada de Schubert y con individuos como Don Quijote o Pedro Páramo, para abrir el análisis jurídico al arte y a conceptos críticos surgidos desde América Latina, con Bolívar Echeverría y Aníbal Quijano, entre otros muchos. La creación de un nuevo pensamiento de planeta demandará mucho más creación y menos prescripción