Ojos de agua (Nuevos Tiempos nº 82)

Entre el perfume del mar y de los pinos gallegos, en una torre residencial al lado de la playa, un joven saxofonista de ojos claros, Luis Reigosa, ha aparecido ejecutado con una crueldad que apunta a un delito ardiente. No obstante, el músico fallecido no sostiene una relación permanente y la vivienda, limpia de huellas, no exhibe mucho más que partituras ordenadas en los aparadores y saxofones colgados en las paredes. Leo Caldas, un solitario y melancólico inspector de policía que compatibiliza su trabajo en comisaría con un consultorio radiofónico, se va a hacer cargo de una investigación que le va a llevar de la niebla del anochecer al humo de las tascas y los clubes de jazz.