Nueva historia de la democracia: De Solón a nuestros días (Ariel)

Salvo en contadas salvedades residuales, la democracia es el régimen por todos recibido, si bien con variaciones de fondo muy enormes y con peligros múltiples. Cambia su relación con múltiples fenómenos políticos en un planeta globalizado, pero diverso y contradictorio: fenómenos de unificación aproximadamente avanzados (como el de la Unión Europea) o de desin­tegración aproximadamente avanzada asimismo, como los fenómenos autonomistas y separatistas. Y con variaciones populistas, y con bien difíciles relaciones con el islamismo.

La evolución de una democracia en sentidos antidemocráticos, si bien conserve formalmente el nombre, es un hecho de todos y cada uno de los días. Ahora Platón, en su República, señalaba la presencia de democracias corruptas que decaen en tiranías, como inversamente algunas tiranías caen dejando paso a la democracia. Y todo ello en un carnaval de nombres. Al fin y al cabo, en el nombre de democracia, están democracias reales, otras que lo son solo de nombre, otras idóneas: especiales para bastantes o todos, o idóneas inviábles y aun despreciables. Impedimentos siempre y en todo momento con esa  ingénita aptitud de cambio de la democracia, en sus variaciones reales o buscadas.

En estas páginas repletos de sabiduría, Rodríguez Adrados da su visión de la democracia