Descarga tu Libro en Diversos Formatos:
Éste Libro se Encuentra GRATIS en Amazon.
El 18 de octubre de 2019 cayó como una bomba de racimo sobre Chile. El propósito inicial fue el Metro de Santiago, que estuvo cerca de ser destruido prácticamente completamente. Si los atacantes hubieran accedido, como lo procuraron, a los llamados “talleres” de Metro, donde se estaciona su flota de trenes, la ciudad más importante chilena ha podido quedar con su eje clave de transporte público inhabilitado por unos cuantos años.
Pero el “efecto racimo” de este atentado, de esta detonación o “estallido”, como lo bautizaron los medios habituales, se comprobó en todo el territorio nacional: en todos y cada familia, en casi todos los campos imaginables.
Chile entró en una profunda crisis mediante dicho “estallido”. ¿De qué manera llegamos a esto? ¿Qué puede argumentar que el “país modelo” de América latina de repente mostrara un rostro inidentificable? ¿Era viable adivinar esta crisis? ¿Fue esto un estallido espontáneo o se encontraba a la perfección planeado? ¿Hay un enemigo excelente, poderoso, tras todo lo mencionado, como ha planteado el Presidente Sebastián Piñera? ¿Es esto solo un complot del eje Caracas-La Habana? ¿Había un “pasto seco” que dejó que se “incendiara la pradera” en cuestión de horas?
Nos encontramos llenos de cuestiones. Quienes persiguen la sinceridad intelectual entienden que para desentrañar la realidad de lo que ocurrió y esbozar caminos de solución, lo primero es llevar a cabo un óptimo diagnóstico sobre de qué forma pasó lo que pasó y por qué razón.
Pero el “efecto racimo” de este atentado, de esta detonación o “estallido”, como lo bautizaron los medios habituales, se comprobó en todo el territorio nacional: en todos y cada familia, en casi todos los campos imaginables.
Chile entró en una profunda crisis mediante dicho “estallido”. ¿De qué manera llegamos a esto? ¿Qué puede argumentar que el “país modelo” de América latina de repente mostrara un rostro inidentificable? ¿Era viable adivinar esta crisis? ¿Fue esto un estallido espontáneo o se encontraba a la perfección planeado? ¿Hay un enemigo excelente, poderoso, tras todo lo mencionado, como ha planteado el Presidente Sebastián Piñera? ¿Es esto solo un complot del eje Caracas-La Habana? ¿Había un “pasto seco” que dejó que se “incendiara la pradera” en cuestión de horas?
Nos encontramos llenos de cuestiones. Quienes persiguen la sinceridad intelectual entienden que para desentrañar la realidad de lo que ocurrió y esbozar caminos de solución, lo primero es llevar a cabo un óptimo diagnóstico sobre de qué forma pasó lo que pasó y por qué razón.
Descarga tu Libro en Diversos Formatos:
Éste Libro se Encuentra GRATIS en Amazon.