Las noches oscuras del alma (Crecimiento personal)

Una guía para enfrentar los instantes mucho más bien difíciles de la vida
Prácticamente todos, en algún instante, hemos atravesado periodos de tristeza, desafío, frustración o fracaso tan durables y preocupantes que podrían calificarse de "noches oscuras del alma". De este modo los llama el teólogo y psicoterapeuta Thomas Moore, que, no obstante, durante años de práctica clínica ha aprendido a obtener los enormes dones que encierran. Con su tono afectuoso y su filosofía alcanzable, nos guía en esta obra emocionante por las diferentes fases del viaje a la obscuridad, al unísono que proporciona herramientas para entender su sentido: esta metafórica "noche obscura" -afirma Moore- es una auténtica iniciación espiritual y una ocasión única de comprender las pretensiones mucho más profundas del alma.
Un matrimonio bien difícil, un niño con inconvenientes, la pérdida de un cónyuge o de un familiar próximo, una traición... la aflicción pertenece a la vida humana, tanto como la alegría. No obstante, en ciertos casos, los capítulos bien difíciles tienen la posibilidad de sumirnos en un angustioso túnel sensible, que experimentamos como una genuina separación del ser y nos quita la alegría misma de vivir. La sociedad tiende a etiquetar estos periodos con términos clínicos, considerándolos un obstáculo a sobrepasar lo antes posible. Pero ¿qué ocurre en el momento en que decidimos vivirlos con valor y seguridad? Entonces nos sumergimos en lo que Thomas Moore llama "la noche obscura del alma", un enigmático viaje hacia lo irreconocible, una iniciación espiritual que nos aportará la mucho más profunda entendimiento del sentido de la vida. Sinceramente y también sabiduría, Thomas Moore se ofrece a hacernos de guía en esta transición por medio de temas como:
-El poder sanador de la melancolía.
-Consuelo en la patología y en la vejez.
-La relación entre la imaginación, la espiritualidad y las crisis sentimentales.
-La búsqueda de sentido y hermosura en la obscuridad.
Y en el final del viaje, quizá el mucho más bien difícil que hayamos emprendido nunca, nos espera la enorme recompensa: la clave para entrar a nuestra esencia, al centro mismo de nuestro ser, donde descubriremos quién somos y quién queremos ser.