Nobleza de espíritu: Una idea olvidada

Un valeroso libro cuyos ensayos nos ten en cuenta que la civilización no puede florecer sin independencia, la independencia sin cultura no merece la pena.

Rob Riemen, principal creador y directivo del respetado Nexus Institute de Tilburgo, nos ten en cuenta que, a fin de que la democracia sea digna, no bastan la prosperidad económica y la seguridad, sin la búsqueda incesante de la realidad y un persistente ejercicio en el respeto.

En estos días, no es recurrente oír charlar de características universales, de valores eternos como verdad, justicia, amabilidad, razón y hermosura. Menos recurrente -y menos habitual- es asumir la defensa de estos valores como centrales para la vida de las sociedades y de los individuos. Quien lo hace tiende a ser escuchado con determinada condescendencia, tal y como si hablara de honorables reliquias del pasado, en el momento en que no es recibido con franco cuidado. Un planeta en el que la inmediatez es un bien incuestionable y en el que predomina el atomizado imperio de la opinión, la nobleza de espíritu semeja una noción bastante abstracta, elitista e inclusive déspota.

Este es precisamente el propósito de este valeroso libro, cuyos ensayos recurren a los valores tradicionales del humanismo para contestar a las cuestiones socráticas escenciales: ¿de qué manera debe ser la sociedad ideal y cuál la manera de vida adecuada? Siguiendo los pasos de Sócrates, Spinoza, Goethe, Thomas Mann, Walt Whitman y Albert Camus, Nobleza de espíritu busca rememorar a los que leen que, tal como la cultura no puede florecer sin independencia, la independencia sin cultura no merece la pena.