NO PUEDES ESCAPAR DE TI MISMO

El padecimiento es una parte de la vida. De la misma los animales, los humanos sentimos mal físico en el momento en que nos hacemos alguna herida, pero además de esto debemos encararnos a un mal distinto, particular, el mal sensible o psíquico. Hablamos a vivencias internas como el temor, la culpa, la tristeza o la desesperación. La primera reacción de alguien que padece es, por supuesto, procurar eludir o supervisar de alguna manera la causa de su padecimiento pero, por norma general, los sacrificios de un individuo por eludir algunos pensamientos, sentimientos, experiencias fisiológicas o acontecimientos privados de cualquier clase, generan, paradójicamente, el efecto opuesto. Por poner un ejemplo, en el momento en que alguien dicen a sí mismo: «Debo eludir meditar que soy una mala persona», dicho enunciado tiene dentro precisamente el contenido que se pretendía eludir «soy una mala persona». El sujeto cae de esta manera en una suerte de trampa, un círculo vicioso o lona de araña. Este libro, apoyado en la Terapia de Aceptación y Deber, nos muestra una secuencia de tácticas y herramientas terapéuticas eficientes en el momento de romper los círculos viciosos en los que bastante gente terminan inmersas al procurar huír de su mal.