No olvides mi nombre

Si ahora lo afirma el dicho...

Quien no expone, no gana.

La vida de Paula es una monotonía que solo tiene un tinte de color con la señora Consuelo, su irrespetuosa vecina, si bien tampoco es que se lleven espectacular. Un óptimo día, se le muestra un reto: ser la encargada en una tienda de La capital de españa y hacerla andar. Admitiendo el desafío, Paula viaja desde Alicante hacia la enorme localidad, y más allá de que hace nuevos amigos, comunicar piso con un hombre implicará el mayor de los cambios y inconvenientes que va a deber enfrentar.

Diego vive la vida como le venga en gana. Padeció un enorme fracaso sentimental y no desea regresar a enamorarse. No obstante, la recién llegada pone patas arriba su planeta y su corazón, el que no va a estar presto a dar, por lo menos, no tan de forma fácil.

Amor, sorpresas, amenazas, patrañas, misterios, malentendidos...

Y un deseo que Paula anhela sobre todas y cada una la cosas: que Diego no olvide su nombre.