Negra espalda del tiempo

El único sitio donde la convivencia entre vivos y fallecidos semeja ser viable.

«No soy el primero ni voy a ser el último escritor cuya vida se enriquece o condena por causa de lo que imaginó y escribió.»

Pero quizá ninguno haya visto su situación invadida por la ficción como Javier Marías, ni a tantas personas actuar como individuos suyos, ni se va a haber diluido tanto entre sus páginas, ni se va a haber transformado en el heredero de un reino legendario que no obstante figura en los mapas.

Poco podía imaginar el creador de esta «falsa novela» que con su obra Todas y cada una de las ánimas iba a arrancar un planeta que yacía dormido o que transitaba solo por la Negra espalda del tiempo que frecuenta estar esconde y no verse. Un planeta en el que todo cabe, lo impensable y lo que trae el destino, la inverosimilitud y la felicidad, la aventura y el infortunio, la bala perdida en México y una maldición en La Habana, un conduzco mesnadero y tuerto al que la desaparición pasaba de largo siempre y en todo momento, y los velados recuerdos de un narrador que se hace mucho más enigmático cuanto mucho más piensa y cuenta.

La voz de Javier Marías es aquí mucho más estremecedora que jamás, tal y como si fuera «una voz caprichosa y también inesperado pero que conocemos todos, la voz del tiempo en el momento en que aún no pasó ni se ha perdido y quizá de ahí que no es tiempo».

Reseña:
«Negra espalda del tiempo ofrece el impensado reverso de lo que sucede, el sustrato popular de la novela, la luz fuera del tiempo, donde pervive lo que ha cesado. Impresionante.»
Juan Villoro