La navaja de Ockham

Valencia, finales de 2012.

El millonario Rodrigo Villalonga muere en su cama. En su testamento, se revela un reparto minuciosamente listo: un legado envenenado que considera la avaricia y falta de escrúpulos de sus adjudicatarios, ciertos de ellos cabezas de capaces organizaciones delincuentes.

Durante múltiples grabaciones, Rodrigo asimismo exhibe una inquietante aptitud para adivinar datos sobre su muerte y los hechos todavía por venir.

Después de los primeros homicidos, el frágil equilibrio que une los clanes se tambalea. Tanto la investigación policial dirigida por el inspector Gabriel Marías como la diligente del detective Mauricio Sales tropiezan con 2 incógnitas excelentes:

¿Se tienen la posibilidad de desplazar los hilos desde el otro lado de la tumba?

¿Es capaz un hombre de dejarse matar con tal de conseguir su venganza?