Nada es para siempre (Erótica)

Ser la personaje principal involuntaria del cuento de la Cenicienta no posee ninguna felicidad.

Hermenegilda se ha criado con una madrastra mala, una hermanastra aún peor y un padre indiferente, conque está habituada a arreglárselas por sí sola.

Y como todo cuento que se precie debe de tener un príncipe, que resulta ser un caradura y que acaba liándose con su hermanastra.

Conque en el momento en que, por obligación, debe ayudar a la boda, admite la sugerencia de su mejor amiga y va acompañada de un irreconocible con el que al menos va a pasar una noche amena.

El inconveniente es que escoge al hombre equivocado, ya que el tipo tiene un pasado a cuestas y una misión que hacer, la que perjudica a la familia de Hermenegilda.

Entonces, en el momento en que ella cree haber encontrado a alguien medio aceptable, se percata de que tendrá que seleccionar entre traicionar a su familia y realizar lo preciso o continuar como hasta la actualidad y no sacar a la luz los harapos sucios. Lleve a cabo lo que lleve a cabo, no obstante, jamás va a poder estar con él.