Nací para ser breve: María Elena Walsh. El arte, la pasión, la historia, el amor

Nací para ser corto se convierte en una máquina frágil y precisa, que da cuenta -mientras que candela, mientras que desviste- de las peculiaridades de todo el mundo intelectual porteño desde los años cincuenta y, mucho más allí, de la historia popular del país en el siglo XX. Pero asimismo de una observación profunda sobre los vínculos.

En la privacidad, esos encuentros en los que repasaban tarde a tarde su historia intelectual, artística y cariñosa fueron un subterfugio para sobrepasar el mal y la indecisión. Massuh pregunta para estar cerca de la persona cercana. Pregunta pues la intrigan las formas que toma el talento en un artista. Pregunta pues en esas respuestas semeja estar no solo el modo perfecto de comprenderla, sino más bien asimismo la clave de nuestra búsqueda existencial.

Las grabaciones, transcriptas a páginas trabajo, revisadas de puño y letra por la personaje principal y guardadas a lo largo de décadas en cajas, aguardaron el tiempo propicio para la relectura. Enlazados amorosamente las ideas y los recuerdos de las dos, Nací para ser corto se convierte en una máquina frágil y precisa, que da cuenta -mientras que candela, mientras que desviste- de las peculiaridades de todo el mundo intelectual porteño desde los años cincuenta y, mucho más allí, de la historia popular del país en el siglo XX. Pero asimismo de una observación profunda sobre los vínculos. Pues, como afirma la autora de este libro, "no hay solamente desgarrador que rememorar la juventud en voces o imágenes que dan perseverancia de la implacable materia de la que nos encontramos hechos: el tiempo".