La muerte de la clase liberal (ENSAYO)

A lo largo de décadas, la clase liberal fué un mecanismo de defensa contra los peores excesos del poder. Posibilitaba formas limitadas de disidencia y cambio, y servía como baluarte contra los movimientos mucho más radicales, ofertando una válvula de escape para la frustración y el descontento habitual, y desacreditando a quienes exponían un cambio estructural profundo. No obstante, una vez perdido su papel popular y político, la clase liberal y sus valores se convirtieron en objeto de broma y odio. La bancarrota del liberalismo ha abierto la puerta a los protofascistas, y los pilares de la clase liberal —prensa, universidades, movimiento obrero, Partido Demócrata y también instituciones religiosas— se han desmoronado. Las clases mucho más pobres, e inclusive la clase media, por el momento no tienen un contrapeso efectivo, con lo que la clase liberal se volvió sin importancia para la sociedad generalmente y asimismo para la élite del poder empresarial al que una vez sirvió.

En esta contundente crítica Chris Hedges acusa abiertamente a las instituciones liberales de haber distorsionado sus opiniones básicas con el objetivo de respaldar un capitalismo sin limitaciones, un absurdo estado de seguridad nacional y unas desigualdades de capital y redistribución de la riqueza sin parangón en la historia reciente. Para Hedges, la "muerte" de la clase liberal creó un profundo vacío en la vida política, que tratan de ocupar los especuladores, los promotores de la guerra y las demagógicas milicias del Tea Party.