Motivar para educar: Ideas para educadores: docentes y familias (Educación Hoy Estudios nº 136)

El siglo XXI se muestra lleno de opciones educativas al unísono que expone una sucesión de desafíos y inconvenientes de enorme calado a los que deben llevar a cabo frente los agentes académicos (alumno, familia, enseñantes, escuela). Para esto se hacen precisos una sucesión de cambios en hondura relativos a las funcionalidades que deben desempeñar a fin de que la educación responda enserio a la naturaleza de la persona, como ofrece la concepción didáctica adaptada.

La primera condición natural a fin de que un alumno se eduque es que desee educarse, o sea, esté animado. Por este motivo se hace preciso saber cuáles son las causas nucleares o enormes motores que mueven a la persona, según sus pretensiones mucho más profundas, de las que derivan todos las causas y pretensiones sobrantes. Y ya que a cada individuo le incentiva lo que para ella vale, resulta asimismo indispensable poner de manifiesto las causas o valores específicos, derivados de los primeros, que determinan, de modo puntual, todas las acciones de la conducta humana, y revisar hasta qué punto se sirven de ellos tanto los instructores en sus clases como las familias en sus hogares para hallar que sus estudiantes y también hijos, respectivamente, "deseen" educarse. Por eso el libro indique una sucesión de líneas de acción didáctica y ocupaciones mucho más específicas para unos y otros que logren serles de herramienta en la labor que tienen por enfrente.