Mis Primeros 500

Conforme he adelantado en la vida he ido estudiando la mística que envuelve la naturaleza sexual de nuestra vida. Mis fugadas me llevaron a la entendimiento de una gama muy extensa de respuestas sexuales y algo de la psicología del sexo. Pero los sentimientos sentimentales y tumultuosos que acompañan el sexo en el momento en que estoy enamorada prosiguen fascinándome. Prosigo mi corazón y atesoro el aprecio. La esencia mágica del amor todavía es sagrada para mí. Singularmente el cariño y el sexo se sostienen juntos y no obstante cada uno puede existir separadamente. Cada uno de ellos es una necesidad diferente.
En el momento en que escribo este libro estoy casada con el Seiscientos Sesenta y Tres y los dos fuimos capaces de agradar nuestras mutuas pretensiones de amor y sexo. Más allá de que nos las hemos compuesto para hallarnos metidos en varias ocasiones atrayentes no somos devotos del trueque comprendido como sistema de vida. Acercamiento que tras haber atravesado tantas vivencias sexuales y sentimentales, quiero al fin y al cabo agradar mis pretensiones de amor y de sexo con exactamente el mismo hombre. La independencia sexual es como cualquier otra independencia: una vez se ganó es bien difícil abandonar ella. El trueque puede ocasionar una evolución personal y el consiguiente cambio en la escala de valores morales. Eso no es siempre y en todo momento simple. Pero tras presenciar, como lo haría un niño al que le abriesen una línea de crédito en una tienda de caramelos, se puede conocer que el sexo es una función corporal natural y repetitiva, como lo es el reposar y el comer, y que las reglas que quieren condicionarlo no tienen ningún fundamento. Quizá haya llegado el instante de reconsiderar las potencialidades sexuales del humano en el planeta de esta época y de adecentar nuestra cabeza de telarañas. Libre asimismo en www.tiendateka.com