Mi deseo es la ley: Los derechos del hombre sin naturaleza (Nuevo Ensayo nº 58)

Setenta años tras su Declaración universal, los derechos humanos se convirtieron en una filosofía universal que expresa una concepción cierta del hombre y que, por medio de una tupida red de instituciones, impone una ética centrada en los derechos particulares.

Este libro aborda en hondura la transformación habida en la concepción del hombre en razón de la evolución de hoy y futura de los derechos humanos. Para esto equipara la intención original de los articulistas de la Declaración universal, como hace aparición en los ficheros de 1948, con la interpretación evolutiva que hicieron de ellos más tarde las instancias de todo el mundo. Se habría pasado de esta manera, en las últimas décadas, de los "derechos humanos" a los "derechos del sujeto", siendo la última estación de este viaje el paso a los "derechos transhumanos", en la actualidad en capacitación.

"El análisis de la evolución de los derechos humanos deja ver con objetividad la evolución de la iniciativa que se hacen del hombre las distintas instancias de todo el mundo, que no es poca cosa. (...) Esta evolución testimonia una transformación profunda de la concepción de dignidad humana que tiende a ser achicada de forma exclusiva a la intención individual, o al espíritu por oposición al cuerpo, que considera toda negación de la naturaleza y de sus condicionamientos como una liberación y un avance".