Maquiavelo frente a la gran pantalla. Cine y política (Pensamiento crítico nº 24)

¿Irías al cine con Maquiavelo? Indudablemente deberías llevarlo a cabo si no deseas creerte esa película tan repetida de que la política es un tema que solo compete a «los políticos» y que debe ver con que ellos se pongan en concordancia. El asesor florentino siempre y en todo momento lo tuvo claro: la política es un campo de guerra popular por el poder. De ahí que con lo que se le tiene tanto temor, por el hecho de que Maquiavelo nos asiste a entender la realidad sobre el origen del poder y las for-mas para alcanzarlo y sostenerlo. Él fue el primero en decir que el poder es, antes de nada, una relación popular y un grupo de instrumentos de pro-ducción de hegemonía ideológica de un conjunto contra otro. Al lado de otros malditos como el Marqués de Sade, Hobbes, Lenin o Schmitt, Maquiavelo todavía es una predominación –que ciertos considerarían bastante dañina– para esos que desean comprender y entrenar la política desde el antagonismo. Este libro desea ser un homenaje a esas amistades políticas peligrosas. Por él desfila una selección de desalmados instructores cuyas enseñanzas usare-mos para investigar múltiples películas. Con ellos vamos a estudiar cuestiones como la nación y la memoria histórica, la crueldad política, el colonialismo, la posmodernidad capitalista en América Latina, el género y el feminismo. Aquí el cine no es solo un diversión intelectual, sino más bien un medio para charlar de la política como la comprendía el consigliere del principe, o sea, como la ciencia del poder.