Por mano distinta

Oculto en el doble fondo de una mesa, hace aparición un manuscrito en el que se relata un delito sucedido en 1845. La historia comienza con la llegada a La capital de españa de Piero Contardi, un pintor napolitano que, por encargo de un cardenal, se dispone a copiar múltiples cuadros de Rafael Sanzio en el Real Museo de Pintura y Estatua de Su Majestad. Allí coincide con diferentes colegas que, tras su aparente dedicación a las Preciosas Artes, ocultan otras pretensiones. En las embajadas no se charla de otra cosa que del futuro matrimonio de la reina Isabel. Aquel delito queda sin solucionar, pero la inopinada aparición en 1861 de entre las copias efectuadas por Contardi desata una carrera por conocer lo ocurrido. Ambientada en niveles de La capital de españa, Roma, Toscana, el Lacio, Berlín y París, la intriga supone a integrantes de la realeza, el gobierno, la iglesia, la diplomacia y la vida artística. El relato, cargado de ironía y sentido del humor, piensa sobre la mímesis, la identidad, la memoria, el correr del tiempo, las ambiciones humanas, la hermosura y la llegada de la creación.