La mano del dios

La cuenca del valle de Vida-B está a puntito de ocultar, sumergida por el enorme mar blanco y cáustico que lo destroza todo. Los pobladores del valle siempre y en todo momento han convivido con la conciencia de que el objetivo de todo el mundo se encontraba cerca, pero las voces de promesa han comenzado a sobreponerse a los tristes augurios: el enorme dios Cucla, tras haber salvado a los pobladores de los próximos vales del Cuerno Flaco y de la Raíz Crespa, no los abandonaría. Esperando de la nave espacial que los pondría seguro, los pobladores del Vida-B trabajan agitadamente y elevan sus frases a Cucla. ¿Va a bastar con que el enorme dios intervenga asimismo en su asistencia, o van a ser sumergidos y asesinados por ese mar blanco y también insondable que los circunda?