Mandarinas: Crónicas de la primavera negra chilena

Pertrechado con un cuaderno de notas, una botella de agua y una mochila ligera, Diego Alfaro Palma avanza por las calles de Santiago de Chile a lo largo de la enorme explosión habitual que empezó los primeros días de octubre y se extendió hasta el desenlace del 2019. A lo largo del día marcha, se mezcla en movilizaciones tumultarias, charla con vecinos y con versistas, y con la garganta lastimada por las lacrimógenas, enfrenta a militares armados con tanquetas y carabinas, mientras que los chicos bailan al son de los caceroleos y recitan versos de Raúl Zurita en las avenidas. Por las noches, fatigado, el creador transcribe sus notas y da forma a las crónicas eléctricas que conforman este libro.

Mandarinas. Crónicas de una primavera negra chilena es un retrato de una sociedad en llamas que aflora de una voz alimentada por la urgencia y el ímpetu, prácticamente en trance, en sintonía con la enorme tradición de la crónica chilena. Este es el tiempo –anudado a otras enormes manifestaciones sociales cerca del planeta– en que los cuerpos estaban en las calles al calor de sus reivindicaciones, para enseñar las fabricantes de una situación que hendía la piel. Un tiempo que se funde con el crujir de la peste y la deflación de los aparatos neoliberales de los estados nacionales que avanzan sobre la educación, la salud y el trabajo