La luz del Guernica (Novela (roca))

Pablo Ruiz Picasso viaja a Florencia desde París, su localidad de vivienda. En esa localidad va a ver por vez primera un cuadro de Rubens Los catastrofes de la guerra que le ocasionará una impresión durable y que va a ser el germen de su obra mucho más conocida: el Guernica. Ahora de vuelta en París, la guerra civil revienta y, el 27 de abril del 1937, Jaime Sabartés, el leal secretario de Picasso le enseña a este la cobertura en los jornales del bombardeo de Guernica. Esta novedad deslumbrante y estremecedora, el horror por la matanza general tan bien planeada, trastorna intensamente a Pablo y sus amigos. El embajador de España explota la futura apertura de la Exposición En todo el mundo para solicitarle a Pablo un mural y, si bien el período es bastante corto, el pintor admite el deber. En La luz del Guernica, Magro consiguió recrear con lujo de datos y profunda admiración entre las proyectos artísticas mucho más esenciales de siempre y, por supuesto, la mejor expresión pictórica de una tremenda matanza.